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La lengua y su relación con las enfermedades sistémicas
Muchas enfermedades sistémicas se caracterizan por tener afectación bucal e incluso esta afectación puede suponer el primer signo de algunas enfermedades o trastornos sistémicos. Dentro de la boca, la lengua es uno de los lugares principales de afectación y dada su especial anatomía puede facilitar el diagnóstico.
Una de las infecciones oportunistas más comunes que se producen sobre la lengua son las candidiasis. Éstas se presentan generalmente como placas blancas que puede ser eliminadas o raspadas. Suelen relacionarse con alteraciones de la inmunidad, con déficits en la producción de saliva, y muchas veces con la toma de antibióticos que pueden alterar los frágiles equilibrios microbianos.

Dentro de las enfermedades hematológicas, la anemia es la que suele dar más sintomatología a nivel lingual. Tanto las ferropénicas, como sobre todo las relacionadas con el ácido fólico y la vitamina B12 pueden dar la típica glositis que da a la lengua una apariencia lisa y brillante debido a la atrofia de las papilas filiformes. Con el tiempo también pueden afectarse las fungiformes. Así mismo pueden aparecer aftas que también están muy relacionadas con la deficiencia de ácido fólico y vitamina B12, sobre todo en adultos y partir de la tercera década de vida. Del mismo modo, otra característica común es la sensación de quemazón lingual y la disgeusia o alteración del gusto.

En pacientes trasplantados, la medicación inmunosupresora de tipo crónico puede producir una leucoplasia vellosa en los bordes laterales de la lengua debido a la activación del virus de Epstein-Barr.

Otras enfermedades de tipo autoinmune que pueden afectar a la lengua son el lupus eritematoso sistémico, con lesiones erosivas y atrofia, la esclerodermia con pérdida de elasticidad y del movimiento de la misma, y que puede conducir a disfagia, o el síndrome de Sjögren que le puede dar un aspecto adoquinado debido a la falta de saliva.

Así mismo, en la diabetes mal controlada y también por la falta de saliva, la lengua puede tener un aspecto depapilado y estar más sensible a las comidas picantes.

Las enfermedades gastrointestinales como la celiaquía y la enfermedad de Crohn también pueden dar afectación lingual con depapilación y sensación de quemazón o ardor.

Por último, no hay que olvidar que, aunque cáncer oral puede afectar a cualquier parte de la boca, una de sus localizaciones más frecuentes suele ser los bordes laterales de la lengua.

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